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Madrid implementa el Plan de Vigilancia y Control de los Efectos del Frío en la salud enfocado en población vulnerable

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12/09/2024 La Comunidad de Madrid ha activado su Plan de Vigilancia y Control de los Efectos del Frío en la Salud. Este plan tiene como objetivo coordinar la red sociosanitaria y está diseñado para proteger a los colectivos más vulnerables de la población. Con la llegada de las bajas temperaturas, es fundamental implementar medidas que salvaguarden la salud de quienes están en mayor riesgo.

Una de las novedades más relevantes de este año es que la alerta por riesgo alto se activará cuando la temperatura mínima alcance 1,9 grados centígrados. Este nuevo umbral es un cambio significativo respecto al -2 grados que se utilizaba anteriormente. Esto demuestra una mayor proactividad por parte de las autoridades para anticiparse a las condiciones climáticas adversas y proteger a la población.

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El Plan estará operativo desde el 1 de diciembre hasta el 31 de marzo, abarcando así toda la temporada invernal. Durante este periodo, se llevarán a cabo diversas acciones orientadas a mitigar los efectos del frío en la salud de los ciudadanos.

Grupos de población afectados

El principal objetivo del Plan es reducir las enfermedades que se asocian con los bajos valores térmicos. Se centra especialmente en grupos de población que son más frágiles, como las personas mayores, los recién nacidos, los lactantes, los enfermos crónicos, así como los ciudadanos sin hogar y aquellos en situación de precariedad económica.

Estos grupos son más susceptibles a los efectos perjudiciales del frío, que pueden agravar patologías cardiovasculares y respiratorias. Además, el frío puede intensificar los síntomas de enfermedades reumáticas y aumentar la incidencia de resfriados, infecciones bronquiales y gripe.

Niveles de alerta y vigilancia

El Plan establece tres niveles de alerta que sirven para determinar el grado de peligro y la posible activación de alertas por ola de frío. Estos niveles son: normalidad, precaución y riesgo alto. La categorización se basa en la temperatura mínima media prevista para los tres días siguientes, con datos extraídos de los cuatro observatorios de la Agencia Española de Meteorología en la región.

Desde ahora, el nivel de riesgo alto se activará cuando la temperatura mínima se sitúe en el umbral de 1,9 grados centígrados, criterio que ha sido establecido por la autoridad sanitaria estatal para la Comunidad de Madrid. Este enfoque permite una respuesta más ágil y efectiva ante situaciones críticas.

Dentro de las actividades de vigilancia que lleva a cabo la Administración autonómica, se incluye la monitorización de la mortalidad total y de las urgencias atendidas diariamente en la región. Esta vigilancia continua es fundamental para detectar patrones y responder adecuadamente ante cualquier incidencia relacionada con el frío.

Coordinación y estrategias

Una de las estrategias centrales del Plan se centra en la coordinación con las Administraciones y entidades competentes. Para ello, se ha establecido una Comisión Técnica de Coordinación, que opera bajo la Dirección General de Salud Pública. Esta comisión incluye representantes de las consejerías competentes, Protección Civil y el Ayuntamiento de Madrid.

La colaboración entre diferentes entidades es esencial para llevar a cabo acciones específicas de intervención que permitan atender las necesidades de la población vulnerable. La coordinación asegura que se implementen medidas eficaces y se optimicen los recursos disponibles.

Consejos ante el frío

La Consejería de Sanidad recomienda a la población que, antes de salir a la calle, se informe sobre las previsiones meteorológicas. En caso de que se produzca un descenso térmico, es aconsejable utilizar prendas de abrigo que sean resistentes al viento y a la humedad. Además, se sugiere cubrirse con ropa que no sea excesivamente ajustada para permitir la circulación del aire y el calor.

Es igualmente importante proteger adecuadamente la cabeza y las manos, ya que estas son zonas sensibles y tienden a perder calor rápidamente. Para evitar caídas, especialmente en el caso de las personas mayores, se debe llevar calzado resistente al agua y antideslizante. También es fundamental procurar mantenerse seco, ya que la ropa mojada enfría el cuerpo de manera rápida y peligrosa.

Atención a la vulnerabilidad

En general, se insta a la población a estar atenta a los ciudadanos que puedan encontrarse en situación de vulnerabilidad durante estas fechas. El frío puede afectar gravemente a aquellos que ya enfrentan dificultades económicas o de salud. En caso de que sea necesario, se aconseja contactar con el 112, los servicios sociales de su ayuntamiento o los centros de salud para proporcionar la ayuda necesaria.

La Comunidad de Madrid también recuerda que se debe tener suma precaución con el uso de estufas de leña y gas, así como braseros. Es crucial evitar riesgos de incendios o intoxicación por monóxido de carbono. Se debe asegurar que estos dispositivos funcionan correctamente antes de ponerlos en marcha y que las salidas de aire no están obstruidas.

Para garantizar una adecuada protección en el hogar, se considera suficiente mantener una temperatura de 20-22 grados y asegurarse de contar con un buen aislamiento térmico. Esto no solo contribuye al confort, sino que también ayuda a prevenir problemas de salud derivados del frío en el hogar.

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