11/20/2024 La Comunidad de Madrid ha lanzado la campaña “Juega limpio: encesta las toallitas en la papelera”. Su objetivo es concienciar a la población sobre el peligro ambiental de arrojar toallitas al inodoro. Esta iniciativa se difundirá en televisión, periódicos, radios, medios digitales y en exteriores hasta el 3 de diciembre.
Consecuencias del mal uso del inodoro
En la campaña, se advierte sobre las consecuencias de utilizar el retrete como cubo de basura. Este hábito puede causar daños graves tanto en las instalaciones de las viviendas como en la red de alcantarillado. Las depuradoras son infraestructuras esenciales para la salvaguarda de los ecosistemas acuáticos.Este año, se han retirado más de 1.500 toneladas de residuos de la red de saneamiento. Estos residuos fueron extraídos de cerca de 300 aliviaderos que cuentan con dispositivos de contención, los cuales evitan la contaminación de los ríos tras intensas lluvias. En total, la región tiene aproximadamente 1.200 vertederos de aguas sobrantes.
Inspección en Rivas Vaciamadrid
Para comprobar el funcionamiento de estos dispositivos, el consejero delegado de Canal de Isabel II, Mariano González, visitó uno en Rivas Vaciamadrid. Allí encontró cestas de nailon llenas de elementos de higiene personal, hojas y otros restos sólidos no biodegradables.La empresa pública que gestiona el ciclo integral del agua ha enfatizado que, aunque estas técnicas ayudan, son remedios paliativos. La solución real está en el origen: desechar toallitas y residuos sólidos en la papelera o cubo de basura. Por el váter solo debe ir el papel higiénico.
Costes y riesgos de los residuos
Cada año, más de 30.000 toneladas de toallitas y otros restos sólidos llegan a las estaciones de depuración de la región. Este material, a diferencia del papel higiénico, no se descompone rápidamente. Por lo tanto, llega intacto a las plantas, donde puede causar obstrucciones en rejas, tamices y bombas. Los operarios que desatascan los equipos hidráulicos enfrentan riesgos adicionales. Canal de Isabel II ha estimado que el sobrecoste anual por estos vertidos asciende a 3,5 millones de euros. Este monto incluye costes de retirada, mano de obra extra para limpiar bombas y el aumento en la factura energética.
Inversiones en depuradoras
Además, se han realizado inversiones en las depuradoras para que estos residuos no afecten su funcionamiento. Estas instalaciones son cruciales para la salud pública y la calidad ambiental de los ríos. En 2023, Canal de Isabel II invirtió más de 5 millones de euros en equipamiento específico para el control de estos desechos.