Ha sido, es y desgraciadamente tiene todos los visos de seguir siendo así. Nuestra ciudad (gran ciudad según el concepto de organización política o pueblo según la aristrocracia ‘pepineril’, depende desde donde se mire) no será una gran ciudad hasta que no dejen de pasar 28 años entre que pueda presumir de los éxitos de SUS deportistas.
De los deportistas, nacidos, criados, desarrollados y ‘eclosionados’ aquí. No de los Sastre, Carvajal, Del Arco o Gabi de turno. NO. De los que tienen un club local en el que poder desarrollarse y vivir sus éxitos como vecinos de una gran ciudad. Pero, tristemente, eso no pasa salvo la excepción reciente de Eva Calvo.
Un ejemplo más
El ejemplo de Juan del Arco es uno más, que se puede sumar al de Sergio Postigo. Ese jugador de fútbol que se marchó de Leganés antes de empezar la segunda temporada en Segunda, siendo el capitán, y que con el equipo de sus amores en Primera división, él está jugando en Segunda en el Levante.
Son las cosas que pasan en Leganés que dicen muchos que le gusta por lo fresquito que es. Pero para frescos, los osos polares. Esos sí que tienen el morro fresco.