El Doctor Luis Díaz Izquierdo ha sido la voz de las Urgencias del Severo Ochoa desde hace meses. En esta entrevista para LEGANEWS analiza el qué, el cómo y el porqué de la quinta ola que azota a nuestra ciudad.
“Es es algo que no nos ha sorprendido. Desde el momento en el que se empezaron a rebajar las medidas habituales, cuando dijeron que podíamos quitarnos las mascarillas, cuando comenzamos a viajar y tener interacción social, unido a esta nueva variante ‘delta’… Es algo que no nos ha sorprendido”.
Para empezar, los que se enfrentan a diario al virus lo esperan, pero el resto… “Desde el primer momento hay una enorme desconexión, entre lo que nosotros decimos y lo que están trasmitiendo una serie de personas, políticos u órganos, locales y estatales, ellos están con un mensaje diferente”.
La experiencia de estas semanas en el centro hospitalario de Leganés es explicada como “estas dos o tres últimas semanas han sido un poco peores, porque hemos visto como ha aumentado el número de casos. En planta se ha multiplicado por cuatro o por cinco el número de pacientes. En la urgencia casi desde el principio de esta quinta oleada si hemos tenido muchos pacientes jóvenes”.
La explicación es sencilla: “Desde el punto de la posibilidad de transmisión eran los más vulnerables. No estaban vacunados y además son los que hacen una mayor vida social”.
Y el contagio ha llegado a las familias. “Nos lo contaban ellos. Los padres estaban casi todos vacunados vacunados, con lo cual no tenían que hacer cuarentena, pero si una PCR en el día 1 y en el día 7, de hecho apareció ese protocolo. Normalmente salían adelante, pero hemos tenido el caso de una persona infectada por el hijo que ha llegado a fallecer”.
El ánimo
Año y medio después es obligado saber cómo se encuentra el estado de ánimo del personal sanitario que son los que siguen al completo en la burbuja de la pandemia día tras día desde febrero del año pasado. “Realmente estamos muy cansados. Hay momentos en donde si que nos sentimos agobiados, porque no dejas de estar metido en un mono de color blanco, pasando mucho calor, con mascarillas FFP2, gafas, y siguen entrando y entrando, ahora mismo en su mayoría gente joven, aunque siguen viniendo personas mayores, incluso de residencias. Entonces no dejas de trabajar en esas condiciones que son muy cansadas y sobre todo que psicológicamente no ves llegar el final y eso es lo que más cansados nos tiene”.
Claridad en los mensajes
El doctor Díaz Izquierdo hace algo más de un año, en estas mismas páginas, reprochaba que lo del mensajito positivo, el Resistiré y los aplausos era poco acorde con lo que ellos vivían. Ahora, el departamento de comunicación del Hospital ha lanzado una campaña de vídeos con pacientes jóvenes que cuentan su experiencia. “A mí la iniciativa me parece perfecta, cuando salen chavales de 21 o 24 años contando su experiencia es lo mejor, porque además ellos mismos lo dicen ‘pensaba que esto no me iba a pasar a mi, cuidaros, y tened cuidado porque esto le puede pasar a cualquiera’. Creo que es una grandísima iniciativa el mostrar a la gente lo que de verdad está sucediendo que en la primera ola no sucedió”.
Ante la duda de si más información hubiese ayudado a amortiguar parte de esta quinta ola, el doctor lo tiene claro: “He echado de menos claridad en los mensajes y más pedagogía. Menos culpabilizar si vas con mascarilla o no vas con mascarilla y pensar en vamos a explicar qué es esto. Pero que los mensajes sean claros porque creo que los mensajes no han sido claros. Ha habido mucho reproche y poca autocrítica por parte de las autoridades, y la gente no entendía del todo los mensajes”.
Y año y medio después hay que seguir pensando en la recuperación anímica y física del personal. “No nos queda más remedio que intentar cambiar la mentalidad, adaptarnos en lo que podamos, ya que no podemos erradicar el virus, por lo menos convivir en las mejores condiciones posibles y seguir respetando las medidas Psicológicamente entre nosotros tenemos mucho apoyo, pero entre nosotros, porque estamos muy cansados”.
La vacuna ha evitado el colapso
Pese a la insistencia alarmista de algunos medios de comunicación con respecto al supuesto colapso sanitario que ha producido la segunda ola, el doctor Díaz Izquierdo explica, refiriéndose al Severo Ochoa que “no se ha producido colapso en esta quinta ola. La razón es que la vacunación ha jugado un papel importante”. Y explica y detalla que “estas vacunas que en principio no están diseñadas para evitar el contagio o la trasmisión, sí que disminuyen las hospitalizaciones porque las personas vacunadas tienen muchos menos síntomas o llegan a ser incluso asintomáticos. Dentro de los vacunados los que están enfermos tienen una menor intensidad de síntomas y, casi siempre, son personas con otras patologías o son personas mayores. Tienen menos inmunidad que el resto”.
A tenor de lo que la sociedad sigue viendo, el doctor insiste en el mensaje que hay que lanzar a la sociedad: “Hay que insistir en ser prudente. En mantener las medidas de las que ya se viene hablando, porque la vacuna aunque disminuye los síntomas e incluso te hace asintomático puedes trasmitirlo, en menor medida que al principio, pero ahora con la variante delta se dice que incluso los vacunados puede trasmitirlo también”. Sin embargo añade y explica que “digamos que protege al resto en el sentido de que al resto. Al principio tiene mucha carga viral pero luego desciende porque la carga viral desciende respecto a la primera ola”.
Y esa es la razón por la que no duda en insistir: “Por eso hay que seguir manteniendo esas medidas porque no impide la transmisión ni impide el contagio. Eso serían vacunas esterilizantes, pero estas vacunas fueron diseñadas para impedir eso”.