Entre Manu Dios Álamo y Borja Rodríguez Álamo, además de un sinfín de experiencias vitales por el hecho de ser primos hermanos, ambos han vivido experiencias únicas con Claudia Traisac. El primero porque lleva muchos años siendo compañero de serie en ‘Cuéntame’, no obstante es uno de los tres famosos niños. El segundo porque fue su profesor de Lengua y Literatura en el IES Pablo Neruda, una figura importante en la vida profesional de Claudia.
‘Clau’, una magnífica compañera
MANU DIOS
Actor – Compañero de ‘Cuéntame’
Nos conocimos circunstancialmente hará unos diez años. Claudia, que interpreta en la serie de Cuéntame el personaje de Julia, rodaba la mayor parte de su trama en Sagrillas y Luis, por aquel entonces, andaba regentado unos billares en San Genaro.
Yo ya había oído hablar de ella antes de que nos presentasen en el estudio. Fue a través de mi primo Borja, su profesor de lengua y literatura en el instituto Pablo Neruda de Leganés. “Tengo una alumna que sale en Cuéntame y le pasa como a ti” me decía. “Tiene que compaginar los estudios con los rodajes pero es una alumna con muchas inquietudes”.
En el transcurso de las dos últimas temporadas nuestros personajes han tenido la oportunidad de encontrarse en la ficción y yo, como actor, he tenido el privilegio de compartir secuencias y algunos largos ratos de espera con ‘Clau’. Sobre su trabajo y persona no puedo decir más que lo evidente, que es una magnífica actriz y una gran compañera con la que espero poder seguir cruzándome en el futuro.
Personalidad especial y arrolladora
BORJA RODRÍGUEZ
Profesor de Claudia – IES Pablo Neruda
Cualquier tiempo pasado fue mejor, les enseño siempre a mis alumnos. Y cuando recuerdo aquellos años en los que tuve el enorme privilegio de compartir aula con aquella promoción el axioma manriqueño cobra más sentido. En ese grupo de alumnos tan especial Claudia empezaba a destacar. Ideas claras, sonrisa tímida y nervios, muchos nervios cuando tenía que salir a recitar a Garcilaso, “Si de mi baja lira…”.
Muchas risas, algún que otro llanto, primeros amores, muy buenas notas e ilusión, mucha ilusión por aprender, con esos grandes ojos que ya en 3º de la ESO se comían el mundo y amenazaban con una brillante carrera.
De la misma forma que algunos profesores marcan una trayectoria, como a todos nos ha ocurrido, para los profesores hay alumnos de los que aprendemos y a los que es un placer intentar ofrecer, que no enseñar. Y Claudia fue una de aquellas alumnas con las que uno se reconcilia con su profesión.
Su paso por el IES Pablo Neruda fue un orgullo para el Centro, más para mí, que pude comprobar cómo nacía una personalidad diferente, especial, abierta y arrolladora, siempre sonriente, “con la furia del mar y el movimiento”.
