La peculiar Semana Santa que ha vivido Leganés puso su broche con una vistosa procesión de Viernes Santo. La lluvia, en esta ocasión, dio la tregua necesaria para que las imágenes procesionaran por las calles del centro de la ciudad. Todo para conmemorar la muerte de Jesucristo en una procesión con el Discípulo Amado, ‘El Descendimiento’, el ‘Santo Sepulcro’ y Ntra. Sra. de la Soledad.
Con una gran expectativa ante la previsión de ausencia de lluvia, pasadas las ocho de la tarde las imágenes fueron abandonando el templo, no sin dificultad, para adentrarse entre los leganenses que habían acudido a presenciar la procesión. Al igual que ocurriera la noche antes, la voz de la soprano Rosa Gomariz, y el grupo Música Omnia (compuesto por la citada soprano, un saxofonista y una violonchelista) homenajearon a los pasos con su voz y su música.
Los detalles
La procesión del Viernes Santo está tradicionalmente repleta de detalles por todo lo que significa. En este caso concreto, descendida de la Cruz la imagen de Jesús yacente, se traslada al Santo Sepulcro. Antecediéndole, uno de los pasos más bonitos que hay en nuestra Semana Santa: el Descendimiento.
Tras el féretro, la bella y dolorosa imagen de la Virgen María en la advocación de la Soledad. Riguroso el luto y, como si el dolor de la muerte de su hijo, con el gesto aún más cargado de pena por lo vivido. La procesión pudo transitar por el recorrido previsto: La Fuente, Jeromín, Plaza de París, Mediodía, Fuente Honda, Antonio Machado, Plaza de España y Plaza del Salvadoir.