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El Leganés desaprovechó una doble ocasión a 13 del final por malentenderse Juan Muñoz y Sabin Marino
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El partido que menos cosas dejó para los espectadores permitió al Leganés mantener la puerta a cero y llevarse un punto de Tenerife
CRÓNICA: JUANMA ÁLAMO
Con el pitido final del árbitro andaluz la sensación es que el partido había sido un bodrio absoluto. Con el paso de los segundos uno empieza pensar que cuando los dos equipos tienen la necesidad de dejar su portería a cero, lo más probable es que la táctica acaba dejando para la historia un insoportable encuentro. Tal cual. Si no se quieren molestar no sigan leyendo.
Después de ver la primera parte de este partido he de reconocer que no tenía excesivas ganas de escribir porque no había excesivas cosas de las que contar algo que realmente pudiese ser destacable de lo ocurrido y destacado para aquellos que han decidido tomarse la molestia de ponerse a leer esta crónica.
Desconozco las razones de porque ha resultado un primer tiempo tan absolutamente insoportable. He de ser sincero, tampoco me importa lo más mínimo. Solo sé que he tenido que enfrentarme, posiblemente, a uno de los tostones más insoportables que haya vivido en la presente temporada. Después de partidos en los que siempre había algo destacado que contar, de repente ha aparecido un compromiso de esos que no se pondrá en ninguna clase, ni siquiera como modelo de lo que no se debe hacer.
La cara más pobre
El Lega ofreció la cara más pobre que se le he visto en los 17 partidos disputados hasta la fecha. Y el Tenerife está andando por el alambre durante gran parte de la temporada. Está tan cerca del funambulismo futbolístico que, al parecer, atraviesa un momento en el que ha decidido encerrarse en un modelo defensivo basado en el no sufrimiento y en la no pérdida.
Seguramente un equipo que ha perdido ocho partidos y solo ha ganado cuatro tiene que someterse a ese rigor. Lo raro es que los pepineros sean cómplices de esa ausencia de picante. Seguramente, también, Martí tuviese muy presente que lo de Ponferrada fue una fiesta muy agradable a ojos de los espectadores pero absolutamente inaceptable desde el punto de vista táctico. Y así se fueron los primeros 45 minutos.
Segundo acto
A pesar de todos los pesares, he de reconocer que la segunda parte la esperaba como agua de diciembre. Más que nada por ver si Ramis o Martí hacían una propuesta diferente a la hecha durante los primeros 45 minutos. El Tenerife parecía haber salido con más ansia por acercarse a Cuéllar, con un poquito más de ganas.
La intención fue interrumpida de forma repentina por una jugada prolongada de cabeza por Borja Bastón que José Arnáiz mandaba a la portería chicharrera. El gol levantó dudas en el VAR confirmadas poco después por el gesto del colegiado señalando fuera de juego previo. En cinco minutos todo parecía haber cambiado. Un equipo local con más ganas y un equipo visitante que había despertado. Nunca es tarde.
Ramis empezó a refrescar soluciones. Retiró del campo al talentoso Jorge. La intención, dándolo entrada a Shashoua, era buscar más verticalidad e intentar llegar más rápido al mismo sitio. Casi sin que cambiase nada, Bustinza tuvo que dejar, por lesión, el césped y Martí aprovechó para retocar la vanguardia con Juan Muñoz lo que escoraba a José Arnáiz al lado zurdo.
Buena declaración
Al menos sobre el papel, la declaración de intenciones del técnico pepinero era buena. Hacía falta salir del tedio, repetido de la primera parte, en el que estaba metiéndose el partido por momentos. Solo se podría justificar en la pesadez de partidos que llevan soportando desde que empezó la competición que esté pesando y pasando factura.
La declaración fue una declaración. El Lega empezó a ver en el horizonte que los minutos eran pocos y las cosas seguían exactamente igual. Por ello, es posible, que Martí decidiese buscar refresco en la punta y darle entrada al pichichi Sabin Merino con 15 minutos por delante. No eran muchos pero visto el estado de gracia del delantero podrían servir.
El partido pudo resolverse, para bien del Lega, a 13 del final. Una doble ocasión de las que no suelen ser desaprovechadas en la que las acciones del portero local Dani H. permitieron mantener la portería a cero. Juan Muñoz y Sabin Merino deberían ver la jugada juntos para que se den explicaciones el uno al otro de como estropearon la doble ocasión más clara del partido.
Buenas noches.
LaLiga (Segunda división, Jornada 17ª)
CD TENERIFE, 0; CD LEGANÉS, 0
CD TENERIFE: 13. Dani H.; 5. Alberto, 14. Carlos Ruiz, 15. Pomares, 21. Moore; 26. Javi Alonso, 11. Bermejo (3. Alex Muñoz, 74′), 16. Aitor Sanz; 9. Nono, 29. Jorge (17. Shashoua, 58′) y 19. Fran Sol (20. Manu Apeh, 74′).
CD LEGANÉS: 1. Cuéllar; 3. Bustinza (16. Rosales, 62′), 15. Rodri Tarín, 20. I. Miquel, 28. Javi Hernández; 2. Palencia, 8. Gaku, 25. R. Pardo (19. Luis Perea, 88′), 18. R. Ibáñez (11. Juan Muñoz, 63′); 24. Borja Bastón (9. Sabin Merino, 76′) y 10. José Arnáiz.
ÁRBITRO: Milla Alvéndiz (Colegio Andaluz). Amonestó a los locales Jorge (8′), Javi Alonso (10′), Pomares (22′), Alberto (93′) y a los visitantes José Arnáiz (67′), Luis Perea (89′).