El BMW E90 es la clásica “Serie 3” de principios de los 2000, que todavía se valora por su equilibrio entre confort, dinámica y prestigio. El coche fue diseñado para ser versátil: económico, rápido, seguro y al mismo tiempo elegante. En general, el E90 cumplía bien con estas tareas.
Los primeros modelos salieron de fábrica en 2004. El E90 recibió iDrive, neumáticos RunFlat y motores nuevos de la serie N, mientras que el cabrio contaba con un techo transformable de acero. Los motores incluían versiones atmosféricas, turbo y biturbo, y el M3 equipado con un V8 atmosférico ofrecía tres tipos de carrocería. El coche tenía un diseño moderno y los ingenieros apostaron por la fiabilidad y el confort.
Motores del BMW E90
El punto más delicado son los motores, especialmente los de gasolina. Los motores N45 y N46 tienen temperaturas de trabajo muy altas. Las juntas de los sellos de aceite se desgastan rápidamente y empiezan a perder aceite. Para evitar problemas, es recomendable cambiar el aceite cada 7-8 mil km y limpiar regularmente el radiador.
Todos los motores de la serie N tienen fugas de aceite en las tapas de válvulas, las juntas de las bujías, los solenoides y el sistema Valvetronic. Las cadenas de distribución de los N45 y N46 son débiles y necesitan ser reemplazadas alrededor de los 100 mil km. Los sistemas Vanos y las válvulas requieren buena lubricación. En el N43, los inyectores de inyección directa pueden fallar, y en el N52 hay un consumo elevado de aceite. Los motores turbo N54 y N55 suelen tener problemas con la bomba de agua, los solenoides del embrague y fugas de aceite en la tapa de válvulas.
Los diésel M47, M57, N47 y N57 son fiables, pero requieren atención a los inyectores, las válvulas de recirculación de gases y las cadenas de distribución. En los N47 antiguos, la cadena podía romperse a los 50 mil km, mientras que las versiones más modernas alcanzan entre 150 y 250 mil km sin problemas.
Cajas automáticas
El E90 montaba cajas automáticas ZF y GM. La 6L45 se usaba con motores N43–N52, la ZF 6HP19/21 con diésel turbo, y la 6HP21 con los potentes N53–N55. Las cajas automáticas son confiables, soportan hasta 300 mil km, pero a veces gotean por el cárter. El filtro está integrado en el cárter, por lo que se recomienda cambiarlo al renovar el aceite.
Volante y dirección
El volante y la dirección merecen mención especial. El E90 venía con cremallera hidráulica o eléctrica. Las eléctricas sufren por la entrada de humedad que daña el sensor, bloqueando la dirección. En casos raros se puede reparar la cremallera. Las hidráulicas de las versiones potentes pueden atascarse con virutas de la bomba de la dirección asistida, dañando el sistema. A veces es necesario cambiar la junta del cardán del volante. Si necesitas un nuevo volante para BMW E90, puedes encontrarlo en catálogos especializados.
Interior y electrónica
El sistema iDrive y la electrónica interior son fiables. A veces se escucha un leve chirrido del ventilador, solucionable con lubricante. Los faros delanteros a menudo se empañan y los modelos pre-restyling con xenón pueden tener los difusores fundidos. Los inyectores del limpiaparabrisas gotean, pero se puede solucionar con un T de derivación y válvula antirretorno.
El cableado del maletero y del techo panorámico requiere supervisión: las fundas se agrietan y los cables pueden desgastarse, fallando cerraduras y botones.
Suspensión y diferencial trasero
La suspensión delantera es un clásico McPherson con rótulas duraderas. El primer elemento en fallar suele ser el silentblock del brazo trasero. Los estabilizadores se cambian cada 50–60 mil km y los muelles pueden romperse por corrosión.
Los amortiguadores traseros se cambian con sus soportes y cojines. Los silentblocks y las barras estabilizadoras traseras son piezas de desgaste regular. El diferencial trasero suele perder aceite por los retenes, y un vaciado completo puede causar daños graves.
xDrive y tracción total
El E90 con tracción total monta la caja ATC300, similar a la del E60. Los problemas típicos son el desgaste de rodamientos, discos de fricción y la bomba de aceite. Si notas tirones o ruidos a baja velocidad, es momento de revisión y reparación.
ABS y cable de alimentación
Los anillos ABS pueden oxidarse y dañar el sensor. El cable de alimentación externo se corroe, provocando fallo eléctrico. Es importante limpiar los contactos y protegerlos con antióxido.
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