-
Las canciones de Travis son novelas cinematográficas, perfecta armonía entre melodía y letra, historias completas resumidas en tres minutos y pico
-
Presenta su nuevo disco “La costa de los mosquitos” un viaje de la cordura a la locura, según lo ha definido la propia artista para LEGANEWS.
Hay algo que todos nos preguntamos alguna vez cuando admiramos a un artista, ¿Habrá mucha diferencia entre quién está encima del escenario y quien está sin los focos apuntando? Para Travis, cada día hay más distancia entre ambas: “Intento artísticamente alejarme del mundo real, y eso también te lleva a crear un personaje. Con “Año X” era completamente yo, con el nuevo disco intento sacar más de un sitio de mí que esté más presente, porque en este momento me siento más a gusto en esa especie de mundo nuevo, con una atmósfera más mística y quizá más oscura”.
Preguntada por uno de los temas del momento, la industria musical en España… Se limitó a contestar, como en sus canciones, diciendo mucho con pocas palabras, “Ay madre mía…” y se rió. Travis tiene un objetivo muy claro en la música “desbanalizar un poco la experiencia humana, porque es lo que yo recibo al oír la música que me gusta, intento crear una conexión especial con mi música, algo que no sé explicar y creo que de hecho ahí está la gracia, en que no se pueda explicar”. En su vida personal también tiene un objetivo muy claro, “llegar a vivir en el campo”.
El 29 de enero publicó el single de su nuevo disco “Las cinco disonante”, donde se puede ver algo de lo que será el nuevo disco de la artista y donde nos regala versos como “cuanto más me aproximo, menos puedo ver de ti más quiero quedarme contigo”. Ella misma definió para esta entrevista la esencia de su nuevo disco, “es el viaje que hace una persona que se vuelve loca por sus obsesiones, es como un sitio en la cabeza que todos tenemos y que separa la cordura de la locura, y que es una línea tan fina”.
Nacida en Leganés
Travis nació en Leganés, estudió en el IES Tierno Galván y a los 19 años, en una época en la que según ella misma, “el mundo me odiaba y yo le odiaba a él”, descubrió por casualidad una guitarra con polvo en la esquina de una habitación cualquiera. Fue entonces cuando comenzó su romance en el arte de hacer canciones: “Aluciné con cómo vibraba la madera, nunca había tenido esa sensación, no tenía pretensiones cuando empecé a trastear con la guitarra, a los meses escribí un trozo de canción, se la enseñé a mi hermana y se puso a llorar”.
Travis es especial, y lo es porque no encuentras el motivo exacto por el cual sabes que lo es, tiene un universo paralelo en la mente, y quizá la magia de sus canciones resida en ser experta en encontrar palabras a lo que tan solo existe en ella, haciéndonos participes de un mundo tan maravilloso. Se considera afortunada de haber podido salir a la carretera en los tiempos que vivimos: “Dentro de este formato acústico y para menos gente yo me he estado moviendo mucho, este verano han salido bastantes cosas”.
Le pilló el inicio del estado de alarma recién aterrizada en Melilla, a donde acudía para comenzar una nueva gira, “según llegamos nos tuvimos que volver, empezaba a estar todo cancelado”. Vivió la cuarentena como casi todos: “Al principio la viví un poco bloqueada, pero después poco a poco fueron llegando las musas, las mías al menos, son muy caprichosas”. En diciembre actuó en el EDP de Gran vía, “al principio muy raro tocar en esta ‘normalidad’, pero te habitúas, en Madrid fue algo especial, desde el segundo 0 la gente estuvo muy cariñosa”.
19 días y 500 noches después
Para los que no la conozcan, Travis comenzó su andadura en la música con un crowfunding a través del cual pudo publicar su disco “Año X”, disco en el cual se encuentra la canción “Coyotes”, banda sonora de la serie “El Embarcadero”.
La llegada de la pandemia trastocó sus planes y tuvo que retrasar la salida de su segundo disco, “ahora estoy tranquila porque tal y como se ha dado todo, al final si que creo que ha tirado mucho del primer disco y que ha sido bueno este tiempo para que más gente conozca mi primer trabajo”.
Una parte de la visibilidad que ha tenido en este último año llegó con la canción “19 días y 500 noches después” compuesta por Benjamín Prado y donde Travis pone la voz y el alma a la “Mari”. En esta colaboración la artista deja ver uno de sus rasgos más característicos, cuando Travis canta, hace falta tan solo medio segundo para reconocer que es ella, y en los tiempos que corren, la personalidad es una virtud a destacar, siempre. Pero este hecho no debe eclipsar a una artista con una sensibilidad especial, capaz de escribir “te has convertido en humo y estás desnudando al aire”.
Las canciones de Travis son novelas cinematográficas, perfecta armonía entre melodía y letra, historias completas resumidas en tres minutos y pico. No tiene una rutina de composición determinada, “en verano por la mañana me suele gustar mucho componer, pero suele ir más con lo que este viviendo, si vivo algo que me genera nubes escribo un montón. En ese sentido da mucho miedo ser yo, porque puede pasar bastante tiempo hasta que viene una canción”.
Minitest
Para acabar la entrevista, le hicimos tres preguntas rápidas a la artista:
P: ¿Una canción que te hubiese gustado componer?
R: ‘Tomada de luna llena’ de Simón Diáz
P: ¿Una canción y un libro que crees que nuestros lectores deberían escuchar y leer?
R: “Bodas de Sangre” de Lorca y casi cualquier canción de Camarón.
P: ¿Y una pregunta que quieras dejar a nuestro siguiente entrevistado? Sin saber quién será.
R: Vale, “¿Si tuvieras que salvar una cosa natural del mundo, cuál sería?”