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La formación vecinal exige un correcto funcionamiento de este servicio
Unión por Leganés – ULEG, denuncia de nuevo “la insostenible situación del servicio de atención a drogodependientes que se está deteriorando de forma intencionada por parte del gobierno “socialista” y “errejonista” de Leganés”. Desde el partido vecinal consideran que como “ya es habitual, y aunque existe un convenio con la Comunidad de Madrid, el ejecutivo del Ayuntamiento de Leganés estaría abandonando conscientemente el servicio para evadir su cuota de responsabilidad sobre el centro, su servicio, la contratación de personal o la atención al usuario”.
Desde ULEG confirman que están sopesando pedir medidas judiciales cautelarísimas para que el CAID sea medicalizado. “Somos conscientes de que nuestro alcalde no destaca por ser precisamente un gestor que asuma responsabilidades. Al contrario, es un socialista muy liberal que en cuanto puede externalizar los servicios públicos lo hace; o por ejemplo, carece de intención de defender que en Leganés siga contando con su propio conservatorio de música; o como si tiene la posibilidad, como ha ocurrido con un servicio de su competencia propia municipal como los bomberos, intenta traspasárselos a otra administración (Comunidad de Madrid). Todo un ejemplo. Quizás así entendamos mejor el contexto y lo que ocurre en el CAID”, afirman desde la organización política municipal.
Retomar la actividad
Por ello, presentan para el Pleno del próximo jueves una moción en la que exigen que el gobierno local “vuelva a poner en marcha de manera urgente todos los servicios necesarios para el correcto funcionamiento del Centro de Atención Integral a Drogodependientes-CAID”.
Recuerdan en la moción que el servicio “atraviesa una situación de total abandono pero no durante esta pandemia, se lleva arrastrando desde hace años. Existe un convenio regional de más de 600.000 euros con el que se podría gestionar de una manera más que eficiente todo lo relativo al centro pero no se está ejecutando”.
Además inciden en que “en la actualidad desde la jubilación del antiguo director que ejercía de médico no se reciben a nuevos posibles usuarios del centro (unos 60 que están en lista de espera, ni tratamientos), ni analíticas ni atención psicológica, ni seguimiento alguno. Se han empeñado desde el gobierno local en no atender a las personas sin techo a la que les cerraron el albergue, y están dejando morir el CAID y lo peor de todo esto es que se trata de la atención a personas en situación de riesgo o de exclusión social”.