El líder se pone el traje del líder para seguir siendo líder. No es un trabalenguas, es la expresión que mejor intenta resumir y en el menor número posible de palabras un partido en el que el líder salvó todos los impedimentos previos, más todos los que se encontró sobre la marcha, para sostener el puesto de privilegio que ocupa.
La cosa iba coja desde el principio, especialmente en centro del campo pepinero, en lo que se refería al número de ausencias (entre convocatorias con las respectivas selecciones y lesiones). Importó poco o nada. El líder tenía puesto el traje del líder.
Y es que el equipo local es uno de los que tenía más o menos estudiada la partitura de los leganenses. Aunque parezca sorprendente, alguna ventaja debe dar, salvo en toparse con un sorprendente líder que unas señas de identidad a las que cada vez cuesta más trabajo morder.
En la charla previa, el capitán apeló a los aficionados que estaban en la grada para intentar sumar la sexta victoria consecutiva. Era una buena intentona. La cuentas de todos eran sencillas, la victoria pucelana les dejaba a cuatro puntos del líder. Al final siguen siendo los mismos seis.
Todo podría resumirse en algo que ya visto durante esta campaña. Un Lega con más debilidades en la primera parte que en la segunda que tiene que remar para darle la vuelta. Y casi lo consiguió. El gol vallisoletano llegó merced a un balón tan intercalado como vertical que Sylla fue capaz de llevar hasta la portería pepinera. Lo de la revisión tan larga sería bueno que alguien lo explicara.
El Lega tuvo que ponerse a trabajar en darle la vuelta al marcador. Tuvo trabajo porque el Valladolid no se dio por satisfecho con el 1-0 y, al menos hasta que llegó el empate, busco alguna mejor opción de ampliar la diferencia. No lo logró pese a las intentonas.
Segundo tiempo
La charla del descanso de Borja Jiménez, técnico pepinero, debió de ser menos estimulante que la del capitán. Le tocaba otra vez repetir la historia de qué hacer cuando el partido se pone de espaldas (bueno, en realidad de culo).
Por si le faltaba algo al Leganés, el gol que le dio el empate advirtió a los rivales de que los pepineros también son peligrosos en el balón parado. Y lo son más si el árbitro permite una ‘melé’ en el área pequeña con una batería de bloqueos de baloncesto que permitieron un aclarado del que se aprovechó Sergio para lograr el empate.
El Valladolid entró en shock y tardó bastantes minutos en espabilarse. Tuvo la suerte de la falta de acierto de los ‘pepineros’ porque cada día son menos de que el Lega, como diría el ilustre Garitano, vive mucho más cerca de ganar que de perder.
Al Lega le faltan 26 partidos para sumar los 15 puntos que faltan para llegar al objetivo de los 50. Pero es que además le faltan cinco partidos para finalizar la primera vuelta y puede ser campeón de invierno antes de Navidad. ¡Ver para creer!
LA LIGA (Segunda división, Jornada 16ª)
REAL VALLADOLID, 1; CD LEGANÉS, 1
REAL VALLADOLID: 1. Masip; 2. Luis Pérez, 6. Boyomo, 15. Gustavo, 18. Escudero; 10. Iván Sánchez, 8. Monchu, 20. Juric, 11. Moro (4. Messeguer, 73′); 24. Kenedy (21. Joni Montiel, 84′) y 7. Sylla.
CD LEGANÉS: 13. Conde; 21. Miramón, 22. Arambarri, 3. Sáenz, 6. Sergio Sánchez, 15. Franquesa; 10. Raba (2. Nyom, 84′), 20. Undabarrena, 7. Portillo; 19. Diego García (23. Djouahra, 45′) y 9. Miguel.
ÁRBITRO: López Toca (Colegio Cántabro). Amonestó a los locales Moro (55′) a los visitantes Sergio G. (31′), Undabarrena (45′), Jorge Miramón (55′).
GOLES: 1-0 (26′) Sylla. 1-1 (51′) Sergio González, de cabeza a la salida de un corner.
INCIDENCIAS: Estadio José Zorrilla. 19.914 espectadores.
