Soy médico, y en estos momentos me gustaría estar ayudando en algún hospital, pero mi área laboral (medicina del trabajo) no quiere parar la actividad. Estamos en emergencia nacional, todos los sanitarios deberíamos volcarnos a una sóla causa: contrarrestar el COVID-19.
Cada enfermero y cada médico debería estar ayudando en esta emergencia sanitaria.
Está tarde he recibido un WhatsApp de mi jefe dando indicaciones que el día lunes seguimos con nuestras actividades normales, como si esta lucha fuese sólo de aquellos que están hospitalizados o de los que tienen síntomas, porque al parecer, en la medicina del trabajo lo que preocupa es seguir manteniendo rendimiento en reconocimientos médicos que ahora mismo a mi parecer no son prioridad. Desgastando a un centenar de médicos y enfermeras que perfectamente pudiesemos estar apoyando a nuestros colegas.