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Ni D. Felipe VI, que estaba en un acto en la UC3M, se salvó del aguacero de la segunda descarga sobre las 20:30 de la tarde
La tormenta que se desató en la tarde de ayer en Leganés provocó una importante cantidad de daños materiales. Entre las 16:30 y las 17:30 una parte importante del término municipal se vio afectado por una repentina tormenta con fuertes vientos y una importante carga eléctrica y de agua.
Dicha ‘explosión atmosférica‘ generó una importante cantidad de daños materiales que pudieron ser peores de no haber mediado la diosa fortuna, en algunos casos. Ramas de árboles caídas en muchas zonas de la ciudad, evidenciando de nuevo el mal estado de muchas de ellas.
Un caso milagroso
El caso, conocido, más sorprendente se produjo en Leganés Norte. La imagen del vehículo blanco que acompaña esta información explica lo ocurrido pero hay más. Una rama de un árbol caía sobre el coche y traspasaba la luna delantera. Algunas fuentes señalan que la propietaria del coche se encontraba sentada en el asiento del conductor. La providencia quiso que la rama que había traspasado el cristal se frenase con el volante del vehículo. Hecho que permitió evitar un mal mucho mayor.
Las consecuencias de la tormenta fueron muchas, en muchos lugares de la ciudad. Los ‘rescoldos’ de la misma continuaron durante parte de la tarde. La visita de D. Felipe VI a la Universidad Carlos III tampoco quedó a salvo de dicha tormenta. A las ocho y media de la tarde se produjo una segunda descarga repentina de agua, en este caso con menos viento, que obligó a los asistentes al evento a ponerse a salvo.
A esa misa hora se celebraba la entrega de premios del torneo MAD CUP, categoría femenina sub 19, y la tromba de agua pilló a los equipos finalistas (Madrid CFF y Getafe) en pleno proceso de premiación. Es cierto que dicha tormenta ha dado una tregua de 24 horas al intenso calor que vivimos estos días.
