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El Lega cae 2-4 ante el Real Madrid dando una gran imagen ante un campeón en ciernes
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El equipo de Zidane llegó a disfrutar de una ventaja de 0-3 en el minuto 22
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El Lega se puso 2-3 antes del descanso e hizo soñar a los suyos
CRÓNICA: Juanma Álamo / FOTO: Jesús Troyano
Ganar con la ley del mínimo esfuerzo, la conjunción de los astros, los errores de los locales, el viento de poniente o la madre que parió a Peneque. Pero es que el Real tiene estas cosas. Lo principal es que necesita muy poco para hacerte una avería como un piano. Y eso es lo que pasó por Butarque: un campeón de Liga en ciernes que pone lo justo para llevarse lo máximo.
Ver para creer. No sabría decirles a bote pronto quién sorprendió más a quién: si Zidane a Garitano o el de Bergara al francés. Sin BBC, sin Carvajal, sin Kroos, sin Modric… Pero es que llegó el local y sacó a Bustinza, Timor y Luciano. Vamos que servidor ganó alguna apuestilla de esas que se hacen entre periodistas. Y así, como diría el desaparecido Joaquín Prats… ¡A jugaaaaaaar!
Pero la cosa pintaba rara con tanto cambio. Y tan rara que fue. El Real se dedicó a vivir de esa renta que da saberse mejor y encontrarse por deméritos ajenos tres goles en ocho minutos. ¡Ocho minutos! Para ¿enterrar? De eso nada, que esto es Butarque y aquí solo juega el Lega. Pero sí, en ocho minutos habían marcado James y Morata. Se hizo muy de noche en Butarque.
Partido roto y renovado
Y de pronto el guión se dio la vuelta. De estar muertos, muy muertos a… como la pareja brasileña del Leganés (Gabriel y Luciano) daban vida a un muerto. El Lega había dejado en evidencia a un portero que vive bajo palos y a la suficiencia de un equipo que se creía ganador. 2-3 a once del descanso. El Lega apretando, el Real contragolpeando. Lo nunca visto. A descansar y la esquina de pensar.
Antes de la segunda parte, el partido dejó detalles impropios e inesperados: regates y rabona de Siovas antes de acabar. Servidor también se frotaba los ojos. Y con las cositas de Álvarez Izquierdo también se frotaba los ojos.
Acto dos
Idénticos actores, idénticas dudas e idénticas cositas. Y en la primera cosita de Álvarez Izquierdo… falta que no parece de la que llega el 2-4 y el partido olía otra vez a finiquitado. Mira tú por dónde lo de mover los hilos…
Y es que hay cosas contra las que uno no puede luchar por muy valeroso y ganas que tenga. El Lega tenía todo en contra, la suerte, el tiempo y algún detallito. Y el primero que lo entendió fue Garitano que, medio buscando más opciones medio buscando descanso, sacó del campo a Tito y a Gabriel para meter a Samu y a Bueno. ¿Esperaba El Sadar o era para intentar algo?
El tiempo pasa tan despacio
El Madrid no quería nada más que pasar el tiempo y que nada enturbiara el derbi del sábado. El Lega por lo menos ya que parecía que iba a perder quería dejar la imagen más alta posible. No tenía otra. Así decidió mantenerse en el partido hasta el fin, y si por el camino caía algo, pues mejor.
Pero no cayó, salvo la entrega de parte de la afición, los pitos a Mariano, la ovacion a Syzmanovski en el cambio y, lo más importante, Leganés acabó gritando: “¡Ahora más que nunca te quiero Leganés!”