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Los de Garitano lograron empatar un partido en el que merecieron más
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El 1-o de la UD Las Palmas fue en fuera de juego
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El penalti que permitió al Lega empatar debió saldarse con tarjeta roja
El Leganés termina el año lejos de Butarque sumando un nuevo punto. Van 11. En un partido en el que el resultado del partido fue tan justo como que el primer tanto de Las Palmas fue en fuera de juego y el tanto del Leganés mereció la expulsión del defensor amarillo. Conclusión: El Leganés mereció más, pero no se podían repartir dos puntos y uno. Pero si alguien lo perdió fueron los de Garitano.
Por aquello de hacer de la necesitad virtud, Garitano ha decidido que, de momento, hay que armarse atrás y que ya está bien de recibir los goles de tres en tres. Se ha cansado el entrenador de eso de la buena imagen, el buen fútbol y esas cosas que el año pasado le servían para andar con holgura y soltura por la Segunda. En la Primera, a los novatos eso no le vale. Al menos eso cree Garitano y el tiempo le da la razón.
Apelotonados en pocos metros
Esa disposición obliga a apelotonarse en poco más de 30 metros. Obliga también a tener que presionar mucho a los que siempre tienen el balón, que en el caso de la UD se les da de miedo. Y eso es un problema, cuando a un defensa tuyo le sacan una tarjeta por una falta que no es en el minuto 7 y le perdonan la segunda en el 14 por una que sí lo merecía. Riesgo sobre riesgo.
Y todo esta introducción con unos renglones que me he saltado. Un remate de Gabriel que sacó Roque Mesa y un centro de Omar Ramos que se paseo porque iba a rematar… porque iba a remartar… ¿Quién iba a rematar si este equipo no tenía un nueve en el campo? Y una falta que tiró regularmente el propio Omar Ramos desde el borde del área.
Primer cuarto de partido y parecía que el aire soplaba bien, pero… Lado derecho, asociación perfecta de Michel Macedo con Livaja, bota perfectamente puesta y zas, 1-0. A empezar a remar. Y vista la repetición del gol, pues mira por donde era en fuera de juego. Seguramente difícil de ver, pero fuera de juego.
Cambio de rumbo
Y desde aquí todo pareció otra cosa. Cambió la sensación y la imagen. Había como un síntoma de que las cosas podían cambiar. Machís se inventó dos y Javi Varás trastocó las dos. Las tarjetas caían para los pepineros. Con tres amarillas para tres defensas tocaba pensar. Y llegaba el descanso para pensar. Los pepineros, también los de la grada se comían las uñas.
Garitano pensó que lo mejor era sacar a uno de los de las tres tarjetas -le tocó el turno a Bustinza- y meter en el campo a un delantero puro. Turno para Guerrero. Y en menos de un minuto de segundo acto, Guerrero tuvo la primera ocasión. Eligió mal, pero ya estaba por el campo. El partido llevaba ya un tiempo que era entre dos. Se veía mucho a Javi Varas y poco a Iago Herrerín. Ya no se podía hacer nada más que acertar de cara a puerta. Todo había cambiado para bien.
En esos primeros 15 minutos de la segunda parte la grada se dio cuenta de que lo que pasaba y entre sonido de pitos y de ‘Pío, pío’ hicieron ver a los suyos que estaban tocados. Y despertaron. Empezaron a recuperar la posesión y, de pronto, el Leganés se vio de nuevo sin sitio. Andaba el partido por el minuto 65 y el Leganés empezó a pensar que 1-0 era una derrota corta, pero derrota al fin y al cabo.
¡Penalti y expulsión! Pero expulsión, no
Último tramo de encuentro con movimiento táctico de Setien buscando el refuerzo en el medio campo: Momo fuera. La partida de ajedrez entre dos estrategas amantes de lo táctico entraba en los últimos 15 minutos uno con necesidad de hacer gol, otro con deseo de que no se lo hicieran. Y entre deseos y deseos, llegó el penalti del empate. Pase filtrado de Machís a Guerrero que es tirado por David García. ¡Penalti y expulsión, Gil Manzano! Penalti, sí. Expulsión, dijo que no. Miguel Angel Guerreo marcó y 15 para el final con un justo empate a uno.
Y así la cuenta atrás de minutos. El mejor del Lega al vestuario. Medjani a equilibrar el orden del medio campo. Y nuevo paso táctico de Setien: Asdrubal y Hernán Santana para cinco minutos. Mitad de la cuenta atrás cumplida. Caer de segundos hasta un pitido final que dio un nuevo punto al Lega fuera de Butarque.
