CRÓNICA: JUANMA Álamo – FOTOS: JESÚS Troyano
El Leganés sigue vivo en las semifinales de la Copa del Rey y viajará a Sevilla a jugarse allí la clasificación para la final, tras igualar un partido que se le puso de espaldas y después de una primera parte con mucha tensión. Un gol de Siovas, de cabeza en un balón llovido del cielo, dejó al Lega vivito y coleando.
De entremeses y aperitivos
Pues mire, así para echarse a la boca en los aperitivos del partido un par de bengalas sevillistas al césped (de las que echan humo) y una megafonía que tuvo que subir el himno del Lega para que no se escuchara a los de las bengalas. Si formaba parte del guión copero, lo de las bengalas, era una sandez…
Así se puso en marcha la cosa. Tensión copera, anda que si no la tienen en una semifinal sería para hacérselo mirar. Ir y venir, venir e ir. Un Sevilla más mandón y con el oficio ese ‘canallita’ de ver una final a la vuelta de la esquina y tirarse a su cuello.
El Lega, más impreciso de lo normal y empezado a estar sacado de quicio – la afición más que el equipo – por los detalles arbitrales de González González. Y en mitad de la nada, un balón perdido por Beauvue y conducido a un lado del área por Sarabia. Y allí, a los 20 minutos, jarrón de agua helada con gol de Muriel de tiro cruzado (0-1 y 160 minutos de eliminatoria por delante).
Eliminatoria de cara
El Sevilla ya tenía la eliminatoria puesta de su lado. El Lega tenía el cable cruzado. Tanto que, por primera vez en mucho tiempo, Gabriel y Gumbau pedían explicaciones a Bustinza. Los de Montella ganaban y, teniendo en cuenta que era la ida de Copa, le valía hasta para dormirse. El que tenía un marrón era el Lega.
Había que salvarlo y no iba ser fácil, y menos si Beauvue la tira arriba, como hizo con una que tuvo desde fuera del área en el 33. La cosa se había normalizado pero los de Garitano estaban recluidos en su propia tensión..Y los de las bengalas seguían a lo suyo: cantar y cantar y cantar. No dejaban de hacerlo ni cuando Brasanac envenenó un tiro de Correa. La cosa no pintaba bien.
Eraso solución
Garitano tuvo que buscar una solución para desatascar lo que tenía en medio. Y tras el descanso puso a Eraso y dejó a Brasanac. Había que circular más y con más cabeza. Se trataba de cansarse menos y tener más cabeza. Y de cabeza, pero de la de Siovas, cayó el empate llovido del cielo. Un córner que botó Eraso, un remate de Bustinza, un balón que llueve del cielo y Siovas peina delante del morro de Sergio Rico que mira y protesta. (1–1. 125 minutos de eliminatoria). El Lega siempre vuelve.
El cambio de cara
Garitano lo había vuelto a hacer. El equipo corría menos, tenía más presencia y el Sevilla sufría más. Parecía cortocircuitado en el medio. Lo estaba. El partido ya había vuelto a ser de dos semifinalistas de Copa y no solo de uno. Al veneno vertical de Correa respondía antes Nereo. Y la grada… cantando el himno, la cosa no era para tanto, pero cada uno anima como quiere.
¿Valía para un partido de ida? Pues sí debería. No era el mejor resultado para el Lega, pero el 0-1 del Madrid era peor y recuerden la historia. Pero una cosa es lo que parece y otra lo que es. Garitano buscó una debilidad hispalense por la izquierda con un fresco Omar Ramos. La cosa no daba para más que la batalla de cánticos en la grada. Nos vemos en Sevilla.